La Secretaria de Gobierno, Clara López, confirmó que los cuatro individuos sorprendidos grabando y tomando fotos de los rostros de las personas que participaron en la movilización de este jueves, sí eran agentes encubiertos de la Sijín.
Foto: Daniel Ianinni
Este es el presunto policía, quien al ver que los estudiantes exigían que se identificará, huyó por toda la carrera Séptima hasta resguardarse con los antimotines. Al final, una tanqueta lo sacó del sitio y nunca se identificó.La información fue confirmada este viernes, después que Elespectador.com registrará el incidente, minutos después que culminarán las marchas.
Al finalizar las marchas del jueves, en la Plaza de Bolívar, los cuatro hombres fueron rodeados por más de 200 personas que los tuvieron retenidos por casi 30 minutos. Funcionarios de la Secretaría de Gobierno tuvieron que intervenir para que nos los lincharan, aunque algunos de ellos recibieron golpes en medio de la aglomeración.
"Vámonos de aquí Ramírez", fueron las palabras que detonaron el problema y que a juicio de los estudiantes de la Nacional, ratificaron que se trataba de uniformados vestidos de civil.
Fue entonces cuando los hombres emprendieron la huida, perseguidos por los enfurecidos manifestantes. Al final, unos 50 antimotines hicieron un cerco para detener a las personas que iban tras los infiltrados y lograron sacar a éstos del lugar, en una tanqueta de la Policía.
Este es el segundo caso de presuntas infiltraciones en medio de reuniones de estudiantes de la Universidad Nacional en el último mes. El primero ocurrió el pasado nueve de octubre, cuando dos agentes de la Dijín fueron sorprendidos grabando a los estudiantes en un evento público.
Los dos uniformados eran Jonathan Gutierrez y Jhon Luis Garzón, quienes fueron retenidos durante más de tres horas en las instalaciones de la universidad, hasta que hizo presencia la Defensoría del Pueblo.
En ese momento, el comandante de la Policía Metropolitana, general Rodolfo Palomino, aseguró que ellos simplemente asistían a un evento público. "Los dos agentes estaban el cumplimiento de su deber, no portaban armas", dijo.
Sin embargo, el Distrito no apoyó este tipo de prácticas y aseguró que la universidad era un espacio libre. El sub secretario de Convivencia y Seguridad, Andrés Restrepo, señaló que: "la universidad debe ser un espacio donde se de una deliberación tranquila, sin ningún tipo de presiones".
Elespectador.com
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