El país se levantó esta semana con la impactante noticia que sólo le queda a Colombia siete años de explotación petrolera antes de que se acaben las reservas de crudo.
Para analizar este fenómeno hablamos con los trabajadores petroleros quienes conocen de cerca la problemática de los hidrocarburos en el país para que nos explicaran lo que significa a la luz de la actualidad.
Lo primero que debemos diferenciar es la prospectividad petrolera de un país con las reservas probadas, Colombia aún tiene alta prospectividad pues aun no se ha explotado el cretáceo, ni las tres cuencas sedimentarias, pero “en cuanto a reservas probadas el país viene con una tendencia al agotamiento, esto lo demuestran las últimas rondas exploratorias donde no se evidencia la posibilidad de encontrar un gran hallazgo” explicó Moisés Barón, directivo nacional de la USO
Los estudios de la geografía afirman esta tesis: a Colombia se le acabó el petróleo, atrás quedó el boom generado por el hallazgo de Caño Limón y del Pie de Monte Llanero, esto indica que como no existen posibilidades de aumentar la vida útil de los que ya existen la crisis económica está a la vuelta de la esquina y en siete años se tendrá que importar petróleo. Pero esto no es todo, lo grave es que el daño ambiental causado por secadas de explotación petrolera dejará sin posibilidades de recuperar los terrenos para la agricultura en departamentos como el Meta y Arauca lo que generaría un estancamiento económico o un masivo desplazamiento a los centro urbanos engrosando los cordones de miseria.
La situación es más problemática de lo que parece pues en la remota posibilidad de que en el país se encuentre petróleo este sería de uso exclusivo de las empresas multinacionales quienes serían los que definirían cual sería el destino del petróleo, enviarlo a las casas matrices de las empresas o venderlo en el mercado internacional para que lo volvamos a comprar a un precio tres veces mayor al que dejan las regalías que pagan por explotarlo, así lo dictamina el decreto 1760 de 2003. La posibilidad de que no se llegue a esta crisis seria que Ecopetrol como empresa estatal fuese quien encuentre nuevos yacimientos de crudo, pero esta situación es poco probable pues todos los estudios están acaparados por las empresas extranjeras. El anunció que preocupa a la comunidad internacional es las intenciones del gobierno de Santos de iniciar estudios de explotación petrolera en la rivera del Río Amazonas, destruyendo uno de los pulmones ambientales más importantes del mundo.
El debate que se debe señalar es también político porque en cerca de 100 años de explotación petrolera en el país jamás se ha pensado en utilizar los recursos del petróleo en inversión social y en investigación que genere posibilidades de dejar la dependencia de la extracción de los recursos minero-energéticos.
Por eso es válido las iniciativas populares que se vienen dando entorno a cambiar las actuales leyes que rigen la explotación de crudo, para eso las organizaciones sociales y sindicales vienes desarrollando y posicionando ante la academia, el congreso y la sociedad en general la ley marco de hidrocarburos una propuesta soberana y digna sobre el nuevo rumbo que debe tomar la industria del petróleo.
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