Como es sabido por todas y todos, estamos en un tiempo coyuntural en lo que a la educación en Colombia respecta, en particular la educación superior. Los medios de comunicación como acostumbran a hacerlo no dan la cobertura y el análisis que este tema tan importante merece, favoreciendo así un ambiente de desconcierto e ignorancia en el país, que sin lugar a dudas es aprovechado totalmente por el gobierno para lograr lo que quiere, por más negativo que sea para el pueblo que “democráticamente” lo escogió.
La ley 30 de 1992 es el edicto por el cual se organiza el servicio público de la Educación Superior en nuestro país y como se acostumbra a hacer en nuestra “democracia” fue decretada sin importar las críticas y el rechazo por parte de los miembros de la comunidad universitaria (los primeros afectados por la norma) que vieron ahí un desinterés total por la realidad y las necesidades de la universidad.
Lo negativo de esta norma resulta en que desconoce totalmente aquellas reivindicaciones por las cuales el movimiento estudiantil ha luchado durante décadas, desde el manifiesto de córdoba (argentina) en 1918 hasta nuestros días, como son la autonomía universitaria entendida como la capacidad gobernarse a sí misma para evitar que los cambios del poder político en el gobierno se conviertan en cambios arbitrarios que afecten su estabilidad, además de los pocos recursos que el estado destinaba a ella.
A pesar de lo lesivo que fue y que es la ley 30, el movimiento estudiantil termino defendiéndola. Ya que aunque se pensaba que la situación no podía estar peor, la realidad nos demostró que si puede, y esto se demuestra con la nueva ley de educación que propone el gobierno de santos, que agudiza la crisis por la cual atraviesan muchas, por no decir todas las universidades (publicas) del país, entre ellas una de las más perjudicada es nuestra Universidad del Tolima.
Nuestra UT a simple vista está muy bien, además ofrece residencias estudiantiles, muy bueno, pero en realidad es algo que pone en desventaja a las mujeres de la U, o ¿se han preguntado donde están las residencias femeninas?, o ¿por qué no hay guarderías para los hijos de las estudiantes y trabajadoras de la U?, algo que no parece tan serio, hasta que se piensa en la marcada inequidad y espíritu machista que la sociedad permea en nuestra universidad. Además contamos con un restaurante muy bueno el mejor de todas las universidades del país, pero esto es así porque los estudiantes lo hemos defendido semestre tras semestre, sin embargo, pensemos en que si aquella nueva ley de educación superior, que no solo disminuye recursos por parte del estado para las universidades y permite el ingreso de capital privado a estas, sino que también declara que deben ser instituciones con ánimo de lucro que están obligadas a competir entre sí por el financiamiento, es aprobada por el congreso, beneficios como los restaurantes o comedores estudiantiles serian un recuerdo triste y un sueño muerto. Ya que como es con “ánimo de lucro” los 850 pesos que cobran en estos momentos por cada comida se incrementaría mínimo a 5.000 pesos. Ellos no pueden perder nada, cuando alguien invierte es para que su dinero se reproduzca, se duplique y el gane. Entonces como nos veremos afectados nosotros, las matriculas que de hecho hoy en día aumentan semestre a semestre, costaran realmente más de un millón de pesos, cifra que las familias de muchos de los que estudiamos aquí no podría cubrir semestralmente por mas sacrificio que se haga, y el derecho a la educación terminaría siendo como muchos derechos dependiendo de sus capacidades económicas si tienes dinero toma tu derecho.
Las universidades públicas del país están agonizando y a punto de morir, y espero que no seamos conocida como la generación que la vio fallecer y no hizo nada para evitarlo. Nuestros padres la disfrutaron, la gozaron, la estudiaron y también la defendieron hasta las últimas consecuencias. Nosotros debemos hacer los mismo, pero cada vez con mayor entusiasmo, con mayor energía, con mayor pasión, con mayor amor, con mayor entrega, con mayor responsabilidad e inteligencia y espero que no la defendamos solamente pensando en nosotros, sino también en nuestros hermanos, nuestros hijos, en aquellos que aun no han llegado a esta etapa de sus vidas, y que si no hacemos algo no la podrán disfrutar como hoy lo estamos haciendo.
Los movimientos sociales, populares, estudiantiles están tomando cada vez mayor fuerza luchando por sus intereses de clase y defendiéndolos, en el siglo XX muchos dieron sus vidas por defenderlo, es hora de que nosotros tomemos las banderas del movimiento estudiantil y las agitemos con orgullo, valor y firmeza. Que todas las generaciones juntas admiren su resplandor y unan sus manos para construir todos y todas los sueños de los que hemos sido privados por los que dicen estar arriba.
La Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU), ha estado cada día presente y en la vanguardia de la lucha estudiantil. Hemos tenido derrotas pero también hemos alcanzado grandes victorias y estamos aun luchando por los derechos que se nos han arrebatado. En este caso desde la Universidad del Tolima estamos con firme y única intención de organizar al estudiantado en función de la defensa de la universidad pública como patrimonio de todas y todos, y los invitamos a que desde la ACEU o cualquiera otra expresión organizativa de la universidad e incluso desde una iniciativa propia, se vinculen a esta lucha por este derecho inalienable, sueño de muchos de una educación accesible digna y de calidad critica creadora y transformadora.
Por: Anuar Andrés Aguirre Céspedes
VII Semestre de Comunicación Social y Periodismo
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